Por: Malena Valdés. Consultora en Alimentación por Tipo Sanguíneo y Trofología
En días recientes la Organización Mundial de la Salud, publicó un comunicado en donde se mencionaba que las carnes procesadas eran cancerígenas y dejando en duda el resto de las carnes. Esta noticia dio la vuelta al mundo y las redes sociales no paraban de publicarla.
Sin embargo debemos atender varias cosas con respecto a la carne.
- La carne de roja, es rica en nutrientes como: proteína de alta calidad, vitamina B12 y una buena fuente de minerales como el hierro, principalmente, pero además: zinc, magnesio, fósforo y selenio.
- Además, casi el 45 % de la población tiene sangre tipo “O”, y este grupo sanguíneo tiene una gran necesidad de consumir carne roja. Además la sangre “B” tiene aunque en menor cantidad también necesidad de este alimento. La sangre “A” y “AB” pueden prescindir de ella.
- Además en la etapa de crecimiento de los niños o en situaciones de convalecencia de pacientes en recuperación, o bien en embarazo, personas con padecimientos como Diabetes, Enfermedad Celiaca, por mencionar algunos, tienen en la carne, uno de sus mejores alimentos.
AQUÍ LO IMPORTANTES ES… SABER SELECCIONARLA Y SABER PREPARARLA…
- Entonces, para SELECCIONAR LA CARNE, debemos escoger
- carne orgánica y fresca
- carne magra (es decir sin hueso y sin grasa) como por ejemplo:
i.solomillo
ii.lomo
iii.hígado
iv.lengua
v.milanesa
vi.pierna de cordero
vii.lomo, paleta y solomillo de cerdo
viii.pechuga de las aves
ix.pescados en general
- Y para PREPARAR LA CARNE para que esta sea más SALUDABLE…. Tenemos las siguientes recomendaciones.
- Cocinar a temperaturas bajas o medias. (máximo 65 a 70 grados centígrados) Nunca a fuego alto. Esto permite que los jugos de la carne no se salgan en exceso y con ello, sus nutrientes.
- Preferir cocciones como horno, plancha, caldos, guisados con verduras o en salsas y el empapelado (el cual puede realizarse en hojas de plátano, para evitar el aluminio que afecta nuestra salud).
- Añadir especias y condimentos que aporten nutrientes como el romero, la salvia, sal marina, ajo, cebolla, perejil (este por su riqueza en vitamina C, nos permite que el hierro de la carne, sea mejor aprovechado por nuestro organismo) y verduras en la cocción o como acompañantes.
- Retirar las grasas antes de su cocción.
Y en realidad lo que debemos EVITAR es…
- Productos procesados (jamón, tocino, salchicha, fiambres, mortadelas, chorizos)
- Carnes preparadas, ahumadas, marinadas, adobadas o puestas en sal para conservar.
- Consumo de carnes crudas o “cocidas” en limón
- Evitar los empanizados o rebosados
- Evitar cocinar con mucho aceite a temperaturas altas
- Evitar los sartenes de teflón, aluminio o barro esmaltado. Preferir baterías de acero quirúrgico, sartenes de cerámica.
- Evitar que las carnes se quemen o formen una capa negra en el exterior, sobre todo en parrilla, pues esto genera sustancias tóxicas.
Así que… la carne puede ser buena o mala para nuestra salud, depende de qué tipo de carne, cómo la prepares, cómo la cocines. Y tu tipo sanguíneo… indica la frecuencia para su consumo.
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